vibio.land: Una nueva relación con el carbono

La primera edición de la Jornada sobre Economías Regenerativas se celebró hace unas semanas en Higuera de las Dueñas (Ávila) con vibio.land como protagonista. En ella, Gabriela Freese, directora de Asociación Ecómetro, nos invitó a repensar nuestra relación con el carbono y a replantearnos la manera en la que lo concebimos, una visión que compartimos en nuestro proyecto.

¿Qué emociones nos suscita la palabra carbono? ¿Qué pensamos cuando la escuchamos o leemos?

En general, nada bueno. A través del sector de la construcción, somos responsables del 37% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero -no sólo el carbono- a la atmósfera. Se trata de una actividad únicamente humana, por lo que todos y todas tenemos una responsabilidad personal sobre ella.

Apuntaba la activista y ecologista Joana Macy que, hace tres mil millones de años, el aire de la Tierra contenía mucho más dióxido de carbono que el actual y prácticamente no albergaba oxígeno. En los dos mil millones de años siguientes, la naturaleza nos ha prestado el mayor de los servicios: ha creado las condiciones idóneas para la vida, haciendo respirable la atmósfera al añadir abundante oxígeno y absorbiendo grandes cantidades de CO2.

Las condiciones de vida que tenemos hoy son, como vemos, el resultado de un proceso que duró dos mil millones de años, y estamos acabando con ello en unas pocas décadas.

Construyendo desde las culturas regenerativas

En este aciago contexto, es el momento de repensarnos. Dice Gabriela que las prácticas regenerativas, esas que estamos aplicando ya en vibio.land, tienen que ver con mirar al pasado, reconciliarnos con él y, desde ahí, construir un futuro distinto.

Eso, construir un futuro nuevo, es lo que estamos haciendo en vibio, donde se construirán 70 viviendas de 85 m² de media, diseñadas para emitir un 80% menos de CO₂ si las comparamos con viviendas construidas con técnicas tradicionales -en una promoción equivalente construida con técnicas tradicionales serían 6,8 toneladas de CO₂eq-. vibio reducirá así 5,5 toneladas de CO2, lo que se traduce en un 39% menos de huella embebida y un 40% menos de huella operacional. Además, de ese 39%, un 24% es carbono biogénico, que se «secuestrará» en materiales como la madera de las estructuras.


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